La hora de las manzanas…

La hora mágica de las manzanas…Releo los mensajes que se agolparon en la pantalla del móvil sin que pudiera concentrarme apenas en qué decían…"ojalá tengas tu momento frente al luminoso de Heineken, o cualquier otro, pero que sea para pensar en que…otra batalla ganada. una más. Descansa algo…" a las 01.39 horas. "No estás sola, en ese río multitud, desasosiego, precioso, impreciso, fugaz, brillante, leve y todo, yo estoy contigo. sigue enseñándole al mundo. te quiero. L" a las 22.50 horas. "Estoy en el comedor..cm sigas siendo tan eficiente…te quedas en el chasis" a las 22.30. Llamadas perdidas 7. Recibidas 3. Breves, concisas. Inmerecidas. Gracias por tenerme presente, por mimarme virtualmente, por abrazarme con las palabras y recordarme que estoy rodeada de las elegidas…El insomnio forzado hace estragos, irónico que cuando el deseo de dormir se crece y hace poderoso, no se puede atender a esa llamada instintiva…la noche se sembró de preámbulos de muerte, de crónicas anunciadas;escáneres informados por los doctores Suárez/ Álvarez/ Verón. Ahora descuento los minutos del primer turno, el de las manzanas de este otro paraíso, el de la REA compartido…dándole vueltas a los pensamientos de esa forma absurda concéntrica que no lleva a ninguna parte…hoy no estaba para guardias…pero me encontré contigo en el comedor y "nos echamos unas risas, como hacía tiempo…", quizás fue lo único bueno del día…
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2 respuestas a La hora de las manzanas…

  1. maria dijo:

    Muerde la manzana, seguro que trae algo bueno, porque ya es hora de que empieces a sonreir como antes, mueve los rizos…no estas sola, no lo estas…
    busca una cancion que se llama "often" de the sunday drivers, creo que te gustara

  2. Raquel dijo:

    Te leo y te sonrío, parece que te estoy viendo, saliendo del comedor de guardia, después de dejar tu bandeja bien colocada en el carrito, radiante vestida de verde y con una manzana prendida de la mano, como si fuese el fruto fértil que ofrecen tus brazos como ramas…una manzana cortesía del almuerzo, otra cortesía de la cena; degustación de madrugada. La Paz se engrandece contigo, querida Raquel, aunque te niegues a reconocerlo…

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